*El hombre emprendió vías legales contra la Iglesia tras ser deshauciado de la finca
La Audiencia Provincial de Castellón ha rechazado el recurso presentado por Francisco Fornás Cortés, vecino de Viver, contra la iglesia parroquial de San Pascual Bailón de Valencia por la disputa de la propiedad de una cueva en la que el demandante asegura haber vivido desde pequeño, hace más de 30 años.
En concreto, según apunta el fallo, "no se ha acreditado por la parte actora que haya detentado la posesión pública, pacífica y no interrumpida de la cueva y el terreno que la rodea en concepto de dueño", por lo que se ha desestimado el recurso en el que el eremita reclamaba la propiedad.
La cueva en la que habitó Forner durante más de 30 años pertenece a la parroquia de San Pascual Bailón, correspondiente al Arzobispado de Valencia, que hace más de diez años le ofreció la posibilidad de darle una casa para vivir.
El eremita, conocido por los vecinos de Viver como Paco Gusana, rechazó el trato recurrió a la vía judicial contra la Iglesial. "La cueva es mía porque mi familia siempre ha vivido aquí", alegó Gusana ante el esta situación.
En 2006, el juez dictaminó que la propiedad pertenecía a la iglesia Valenciana y el eremita fue desahuciado. Ahora, la Audiencia de Castellón lo ha confirmado.
Las puertas de acceso al terreno perimetral de la cueva fueron cerradas con sendos candados por el Juzgado.
Fuente: Las Provincias de Castellón
La Audiencia Provincial de Castellón ha rechazado el recurso presentado por Francisco Fornás Cortés, vecino de Viver, contra la iglesia parroquial de San Pascual Bailón de Valencia por la disputa de la propiedad de una cueva en la que el demandante asegura haber vivido desde pequeño, hace más de 30 años.
En concreto, según apunta el fallo, "no se ha acreditado por la parte actora que haya detentado la posesión pública, pacífica y no interrumpida de la cueva y el terreno que la rodea en concepto de dueño", por lo que se ha desestimado el recurso en el que el eremita reclamaba la propiedad.
La cueva en la que habitó Forner durante más de 30 años pertenece a la parroquia de San Pascual Bailón, correspondiente al Arzobispado de Valencia, que hace más de diez años le ofreció la posibilidad de darle una casa para vivir.
El eremita, conocido por los vecinos de Viver como Paco Gusana, rechazó el trato recurrió a la vía judicial contra la Iglesial. "La cueva es mía porque mi familia siempre ha vivido aquí", alegó Gusana ante el esta situación.
En 2006, el juez dictaminó que la propiedad pertenecía a la iglesia Valenciana y el eremita fue desahuciado. Ahora, la Audiencia de Castellón lo ha confirmado.
Las puertas de acceso al terreno perimetral de la cueva fueron cerradas con sendos candados por el Juzgado.
Fuente: Las Provincias de Castellón
Foto: Francisco Fornás Cortés-afectado E.I.S.
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